domingo, 16 de octubre de 2011

GR 238 EL REBOLLAR - HORTUNAS DE ARRIBA

Hoy el grupo es numeroso, cuarenta personas, y muy agradable, pues la mayoría ya han compartido varias etapas de este GR.
Salimos desde el área de servicio de El Rebollar y después de cruzar la autovía atravesamos la pequeña aldea, donde encontramos el primer panel informativo.
Está nublado, a ratos sale el sol, y la temperatura es de diez grados. Va a ser un buen día para andar.
Pasada la aldea salimos a campo descubierto y seguimos las marcas que nos indican que estamos sobre le GR 7, ya que este sendero hace labores de enlace entre las diferentes partes del GR 238.
Pronto comenzamos a ganar altura, al principio muy lentamente, y luego con fuerza lo que hace que ya algún pequeño grupo se quede descolgado de la marcha. La gente debería saber calibrar con mayor exactitud su aptitud física y apuntarse sólo a aquellas actividades en las que no sea una rémora para el resto de participantes.
Pronto el camino se encabrita y la pendiente es más fuerte, aunque durante poca distancia, y así llegamos al primer collado donde reagrupamos y nos confirmamos en la opinión de que hoy será un día de espera a los que van al final del grupo.
Los siguientes kilómetros son de cresteo, cómodo, y aprovechamos para parar a almorzar.
Al reanudar la marcha, el sendero se dirige rapidamente al fondo de un barranco, y allí, junto a la señal derribada, no sabemos si voluntariamente o no, se separan el GR 7, que va por la izquierda a buscar Venta Gaeta, y, por la derecha, el GR 238 que seguimos nosotros.
La foto, evidentemente, esta hecha cuando el poste aún no había sido derribado, la vez anterior que pasé por aquí.
A partir de este momento no paramos de subir, aunque de una forma muy cómoda pues el sendero hace curvas y curvas que permitan ganar altura casi sin darse cuenta.
De esta forma llegamos al punto más alto de todo el recorrido y comenzamos la bajada, que aún es más comoda, y con mejor trazado que la subida.
Una pequeña balsa, pone algo de alegría junto al camino que, por lo demás, en este trozo, es bastante soso y aburrido.
Así que, como ya va siendo hora, decidimos hacer el alto de la comida y que el descanso se alargue un poco. A fin de cuentas lo peor ya ha pasado y lo que falta va a ser un cómodo paseo. Como cada vez que paramos, la espera a los que van en cola se hace interminable.

El grupo decide tomárselo con calma y cuando ya hemos dado buena cuenta de lo que cada una llevaba, nos ponemos en pie, cogemos las mochilas y continuamos sabiendo que estamos a media hora del río Magro por el punto en que lo alcanzaremos, que será en Hortunas de Abajo.
Así que un pequeño paseo, después de haber recuperado las fuerzas nos lleva hasta la corriente fluvial, tan sucia como de costumbre.
Ahora tan sólo nos queda un pequeño paseo, de unos tres kilómetros, por la vereda que bordea el río para así llegar a Hortunas de Arriba donde el autobús. por decisión de su conductor, no nos espera en el lugar acordado, y sí junto a la terraza del único bar del pueblo. Hay momentos en que no podemos más que aplaudir las decisiones de los demás.
Y se acabó, Un día perfecto, con una climatología muy agradable, una compañía magnífica y un recorrido bonito y con poca exigencia.
La cerveza, o el café, o el refresco, están más que merecidos y el retorno a casa (a las 6 ya estábamos en Valencia) es lo único que falta para completar el día.
La única pega, ya lo he dicho, es que toda una excursión no puede ir con retrasos continuos porque un grupo muy reducido de personas, apenas un par, han medido mal su capacidad física y se apuntan a recorridos que les exceden
Paz, salu y buen sendero

domingo, 9 de octubre de 2011

GR 238 Villar de Olmos - Río Reatillo

El lunes pasado quería comprobar algunas cosas de este GR para las salidas que estoy programando en Ardillas Club de Senderismo.
Voy sólo, así que algo más aburrido de lo habitual, pero aprovechando para disfrutar de esas pequeñas cosas que únicamente la soledad puede proporcionarnos.
Me acerco antes que nada a Caudete de las Fuentes, en donde confluyen tres ramales de este sendero y a donde ya llegué andando cuando venía desde Casas de Moya.
Ahora se trata de ver por donde entra en la población el camino que viene de Fuenterrobles y por donde sale el que va hacia El Remedio, ya que esa etapa la tengo programada para diciembre.
La verdad es que este GR, al que tantos defectos se le pueden encontrar, tiene entre sus virtudes la muy buena señalización, sobre todo vertical, que permite encontrar enseguida lo que uno va buscando.
De modo que rapidamente veo los puntos deseados y, de nuevo en el coche, me voy a Las Nogueras y Estenas pues en enero iremos desde Estenas al Río Reatillo y quiero comprobar la accesibilidad del punto inicial para que llegue un autobús, más o menos grande, y, en Las Nogueras, ver si hay algún lugar donde poder realizar el alto del almuerzo.
Lo se Estenas está claro y lo de Las Nogueras no; nos tocará parar a almorzar en cualquier punto aunque no reuna ninguna ventaja para ello.
Ya finalizado todo este proceso, nuevamente con el coche, me voy a Villar de Olmos desde donde pretendo ir andando, por este GR hasta alcanzar el Río Reatillo y buscar algún itinerario alternativo para volver al pueblo.
La historia es que quienes diseñaron este sendero, o al menos así lo supongo yo, cuando llegaron a esta zona tenían cuatro alternativas muy diferentes para desde este lugar llegar hasta el sur de El Rebollar, practicamente en la Sierra Martés. Una era buscar un nuevo sendero o camino, diferente al GR 7, pero eso, hay que reconocerlo, es muy complicado, probablemente imposible, y este sendero no se distingue por la cantidad de tiempo que le hayan dedicado a su investigación previa. La segunda era simplemente decir que a partir de este punto, y hasta que vuelven a separarse, el GR 7 y el GR 238 coincidían en su itinerario (cosa que ocurre con otros muchos GR.s a veces y es perfectamente válido) pero eso implicaba el tener que enfrentarse con la dificil y extraña situación en que se encuentra el GR 7 en este tramo, cortado por fincas que no han respetado el derecho de paso, y que espero llegue pronto a los tribunales, si alguien se atreve a denunciarlo debidamente. En consecuencia, si no se querían buscar problemas, lo mejor era olvidarse de esta solución.
La tercera posiblidad es obvia, llevarse el GR desde Villar de Olmos a Chera, de allí a Siete Aguas y,así ir rodeando la zona conflictiva, pero entiendo que los promotores del sendero no la apoyarían por salirse de sus términos municipales
Así que sólo quedaba una cuarta opción y es la que se tomó ¡el GR 238 termina al encontrarse con el GR 7, en tierra de nadie, en un lugar poco accesible! (Esto se repetirá por tanto al sur donde desde un punto del GR 7, en el fondo de un barranco y sin ninguna accesibilidad, de pronto ¡comienza, o termina, el GR 238!)
En fin que uno echa de menos que, quien puede hacerlo, no se muestre bastante más duro a la hora de homologar nuevos senderos. Ya es hora de que empecemos a primar la calidad sobre la cantidad.
Volviendo al tema yo dejo el coche en Villar de Olmos y me voy, por un camino carretero, cómodo y descendente, hasta alcanzar el Río Reatillo, aproximadamente dos kilómetros y medio, y durante varias horas me dedico a buscar alternativas para el regreso.
Por las orillas del río imposible. Me voy hacia el norte por el GR 7 y encuentro pistas que se van hacia Chera o que dan tanto rodeo para volver a Villar de Olmos que hay que descartarlas. Alguna senda encuentro pero al seguirla vuelvo enseguida al camino inicial. Y tomando el GR 7 hacia el sur no hay mejor suerte.
Así que cuando vengamos, en enero, llegaremos hasta el río, comeremos allí y regresaremos por el mismo camino, ¡que remedio!, a Villar de Olmos

Imágenes: La ermita de Villar de Olmos, una charca artificial junto al camino para que pueda beber la fauna, punto de encuentro del GR 238 con el GR 7 y otra vista diferente y más cercana del mismo lugar.


domingo, 18 de septiembre de 2011

GR 238 Casas de Moya - Balneario Fuentepodrida








Hoy hemos vuelto al GR "Tierra del vino" en excursión organizada por Ardillas y con más de treinta participantes, treinta y cuatro para ser exactos.



La verdad es que cada vez se encuentra uno más raro andando con tanta gente, sobre todo si haces de coordinador, pero también es verdad que gracias a eso te reencuentras con muchos amigos y amigas a los que hace tiempo que no ves, y con otros, y otras, que, aunque les hayas visto ultimamente nunca te cansas de estar con ellos.



El día ha sido bueno, soleado, pero sin apretar mucho el calor y, a ratos, con un airecito que se agradecía. Para el periodo peor, que debían ser los cinco kilómetros tras la comida, el cielo ha tenido a bien nublarse y eso lo ha hecho más llevadero.


Esta estapas del GR tienen poco que contar pues el paisaje se repite, así que lo mejor es la alegría, la conversación y el buen ambiente que reina en el grupo.


Hemos salidos por camino carretero y poco a poco, casi sin darnos cuenta hemos ido subiendo hasta el Puntal Merino, donde hemos parado a almorzar.


Luego más de lo mismo, pero ya casi sin subidas, hasta que, al alcanzar el río el grupo se anima con el ruido del agua, que corre abundante.


Paralelos al río continuamos hasta que llegados al área de El Retorno, donde estamos solos para disfrutar de sus instalaciones, hacemos el gran alto para comer. Todo perfecto menos las moscas que, rabiosas por su cercana desaparición otoñal, no nos dejan en paz.


Así que hacemos la parada un poco más corta de lo proyectado y sólo nos queda subir unos pequeños repechos y dejarnos caer nuevamente junto al río para, al superar la carretera nacional, alcanzar el balneario de Fuentepodrida.


Unas cervezas, bien merecidas son el colofón de la aventura. Y rapidamente al bus que muchos quieren llegara tiempo de ver al Levante ganando al Real Madrid y a España proclamándose campeona de Europa en baloncesto


Paz, salud y buen sendero



































sábado, 10 de septiembre de 2011

UN PASEO POR LA CALDERONA


Me piden los amigos Juan y Xavi que organice una salida fácil para hacer entre semana y que no exigiendo mucho esfuerzo acceda a zonas de bonito paisaje y a ser posible no muy lejos de Valencia. ¿Zona bonita, variada en sus grados de dificultad según lo que elijas y cerca de Valencia? Pues está claro la sierra Calderona, uno de los dos grandes pulmones de la ciudad de Valencia (el otro es la Devesa del Saler y la Albufera), y bajo cuyo nombre actualmente se conocen varias conjuntos montañosos que antes tenían nombres diferenciados. En justicia deberíamos decir que es la sierra de Portacoeli por la que vamos a andar hoy.


Esta excursión ya la organice para el club Ardillas hace un par de años y desde entonces no he vuelto, pero el itinerario es claro y el perderse, conociendo la zona, no es fácil. Así que hoy ni GPS, ni planos, ni brújula.


Salimos de Serra por uno de los ramales del GR 10. Sabido es que éste sendero viniendo desde Puzol, en las cercanías del Castillo de Serra se bifurca llevando un ramal por la Fuente de San Antonio y el otro por el interior del pueblo. Ambos se vuelven a juntar unos kilómetros más tarde, mucho antes de llegar a Gátova.


Nosotros tomamos el que parte del mismo núcleo urbano y que, primero por camino ancho, luego más estrecho y finalmente senda montañera, no para de ganar altura en los tres primeros kilómetros, luego se dulcifica un poco y aunque seguimos subiendo es con más suavidad y además con unas vistas tan impresionantes (estamos en el balcón o mirador de La Pobleta) que el cansancio se olvida.


Por fín alcanzamos el collado, abandonamos el GR 10, y aprovechamos para dar cuenta del bocata mochilero y, a continuación, nos dejamos llevar, bajando sin parar, por una ancha pista hasta la puertas de la misma cartuja, que rebasaremos, para, sin entrar en sus terrenos, magníficamente cultivados, tomar el primer camino a la izquierda y rodearla


Ahora vamos por una rambla, muy frondosa, se nota que el año ha sido generoso en lluvias, y aún tendremos que hacer tres cambios de dirección, siempre a la derecha, para alcanzar el mirador de la Pedrera, buen lugar para parar, hidratarse y disfrutar de una última vista de la cartuja desde un ángulo novedoso.


Hasta aquí, desde que dejamos el GR 10 en el collado, hemos andado por caminos y sendas no homologadas y que, por tanto, de acuerdo con el decreto de senderismo de la Generalitat no debían presentar ningún tipo de marca, pues las únicas que autoriza el decreto en nuestra Comunidad son las homologadas por la federación. Pero estamos en España y aquí, parece ser, no existe un respeto excesivo ni por las leyes ni por el medio ambiente, y las marcas y señales de diferentes formas y colores se repiten constantemente. El concreto hay unos círculos rojos y azules que debieron dejar arruinado a quienes los pusieron, pues se multiplican en toda la zona hasta la saciedad.
Bueno nosotros ya hemos descansado en el mirador y hasta aquí llega un sendero marcado por la Consellería con sus señales de acero inoxidable y su horrorosa abeja (¿por qué la propia consellería no da ejemplo homologando sus itinerarios y marcándolos con las rayas internacionalmente reconocidas?) y por esa senda bajamos hasta el Llano de Lucas donde terminamos la excursión. Han sido 14 kilómetros (incluido un pequeño despiste) muy agradables y, por poner alguna pega, bajo un calor excesivo y, desde luego, inapropiado para un ocho de septiembre. S eve que el verano no tiene muchas ganas de irse este año.


Del epílogo, junto a las brasas del camping del Tio Yaqui, prefiero no dar explicaciones para no dar envidia a nadie.


Paz, salud y buen sendero.

domingo, 4 de septiembre de 2011

GR 239 La Pobla Llarga - Manuel







El lunes pasado, 29 de agosto, vuelvo a estar por la zona de Xátiva y vuelvo a tener, entre dos visitas de trabajo, un tiempo muerto, así que decido avanzar un poco más en el Camí de Llevant y , aprovechando que llevo ropa ligera y zapatillas de deporte en el coche me voy a La Pobla Llarga, donde abandoné este sendero la última vez, y en la propia estación me cambio, dejó aparacado el coche y comienzo a andar.


Poco hay que contar, el trayecto es corto, casi llano, y totalmente asfaltado, así que se trata de un pequeño paseo sin más. Como voy sólo me dedico a pensar en todas esas cosas en las que nunca hay tiempo de detenerse en el día a día.


El único cambio es que, a mitad de recorrido, más o menos, el paisaje cambia y los naranjos, que hasta ese momento habían aparecido tan sólo esporádicamente, se hacen dueños absolutos de ambos márgenes del camino, que, como todos los caminos de Santiago, está perfectamente señalizado sin que en ningún momento quepa la menor duda de que dirección tomar.


Bueno, y eso es todo. Al llegar a Manuel busco la estación y un cómodo y limpio cercanías me devuelve a La Pobla Llarga donde, nuevamente cambiado (no me ha dado tiempo ni a sudar) y recogido el coche, puedo seguir atendiendo a mi trabajo.


Paz, salud y buen sendero



Imágenes: La salida de La Pobla Llarga, los naranjos se hacen dueños del paisaje y la iglesia parroquial de Manuel

miércoles, 31 de agosto de 2011

GR 238 Casa Segura - Caudete de las Fuentes

El domingo pasado, 25 de agosto, me animo a terminar el reconocimiento de la excursión que he programado para noviembre con Ardillas.
Vuelvo a ir sólo. El no saber hasta última hora cuándo tendré el día libre y las pocas ganas que tiene la gente de andar con este calor, me obligan una vez más, a la soledad, que no tomo como un castigo sino, muchas veces, como una auténtica liberación.
Empiezo en Casa Segura, donde se juntan las carreteras CV-465 y CV-475. El sitio es despejado y el lugar ocupado por la antigua carretera es magnífico para aparcar, así que allí dejo el coche, calo la gorra y empiezo el andar.
Al principio este tramo es repetición de todo lo andado en este GR: pinos, viñas, secano, amplios caminos, etc., para entendernos: bastante aburrimiento y poca montaña. pero al poco paso por una zona curiosa. Son unas antiguas salinas, donde desecaban el agua, no dulce, de algunos pozos de la zona y que ahora se han recuperado. O mejor dicho se han adecentado, pues sigue sin funcionar, pero han hecho un mini aparacamiento, han limpiado la zona, y han instalado un panel explicativo y un par de bancos. Es decir lo suficiente para que el concejal de turno, y quizá el alcalde e incluso alguien más, se hayan hecho la foto con la que pretenden rascar algunos votos.
Ando otro tramo, más pinos y más vides alternándose, y llego a la carretera CV-465 y al atravesarla me encuentro con una cañada real, ancha y bien conservada, pero sin ningún tipo de vegetación, ni árboles ni nada, a ambos lados con lo cual el calor se empieza anotar en demasía (son las 10 de la mañana y estamos a 32 grados)
Cuando ya empiezo a estar aburrido de tanta cañada el GR la abandona, dejándose caer hacia la izquierda y, enseguida, ya veo, al fondo, las casas de Caudete de la Fuentes.
Pero, aparte de descender muchos metros aún hay que salvar un par de obstáculos. El primero, las vías del AVE Valencia- Madrid, se consigue por un puente nuevo que hay junto a los último pinos del recorrido, el segundo, la autovia A-3, cruzándola por debajo a través de un paso, tipo alcantarilla, limpio y facilmente accesible, pero donde los muy altos, o los que vayan en bicicleta, seguro van a tener problemas para no darse con la cabeza en el techo.
Luego ya es un paseito para llegar a la primeras casas y descendiendo fuertemente por la primera calle que piso cruzar el canal y encontrarme con la antigua N-III, en la que se ha instalado un mercadillo dominguero, y donde, teoricamente, doy la marcha por terminada.
Y digo teoricamente pues, ¡que remedio!, no tengo más opción que dar la vuelta (eso sí, después de almorzar) y recorrerme nuevamente los trece kilómetros en sentido inverso para llegar a donde tengo el coche. Y ahí si que termino de verdad. A casita.
Paz, salud y buen sendero

jueves, 25 de agosto de 2011

GR 10 Orihuela del Tremedal - Monterde de Albarracín

Ayer tocaba GR 10, el sendero que, teoricamente, va desde el Mediterráneo al Atlántico. En realidad, por nuestras tierras, empieza a estar marcado en el nucleo urbano del pueblo de Puzol, a varios kilómetros de la costa; y por las portuguesas, al menos la última vez que estuvimos por la Serra da Estrela, no se ven marcas que lleguen al océano (ni a ningún otro sitio)
Vamos cuatro, Abel, Juan, Xavi y yo, y vamos a recorrer el tramo que va desde Orihuela del Tremedal hasta Monterde de Albarracín, es decir la última etapa por la provincia de Teruel ya que la siguiente, desde Orihuela hacia el norte, entra ya en tierras de Guadalajara.
El día ha amanecido precioso, demasiado precioso, pues, como luego comprobaremos, el sol calienta en exceso y nos va a hacer la marcha más pesada.
Comenzamos a andar y desde las últimas casas del pueblo se distingue claramente la alameda por la que, entre grandes árboles, se va el GR. ¡Espejismo total!. La vereda apenas dura cien metros y a continuación nos encontramos con algo más de ocho kilómetros, los que hay hasta Bronchales, de camino carretero, sin ningún tipo de vegetación a sus márgenes y en una suave pero constante subida.
Son dos horas para olvidar en las que hemos recorrido el que probablemente es el peor tramo, por feo e inhóspito, de todo el GR 10.
Como premio al llegar a Bronchales nos encontramos con una población animadísima, no en balde estamos en agosto, y los veraneantes llenan sus calles. Además hoy toca mercadillo y eso aun hace el ambiente más vivo. Paramos en un bar a reponer fuerzas y aumenta nuestro desencanto: ni la tortilla de patatas ni, sobre todo, el jamón, son lo que uno se espera en una localidad turolense. Para acabarlo de estropear nos cobran como si estuviesemos en Nueva York. Otro que está matando la gallina de los huevos de oro.
Así que, sudorosos y esquilmados, pero no hambrientos. reiniciamos nuestro andar por caminos que cada vez se van pareciendo menos a los anteriores.
Desde el inicio vamos coincidiendo con el Camino del Cid (GR 160) así que para el palmarés particular de cada cual, cada paso vale dos pues son dos los GR que pisamos al mismo tiempo.
Ya sólo quedamos tres. Xavi, que el otro día tuvo sus más y sus menos con un toro en Chiva y aun está bastante magullado, decide abandonar antes de que las molestias vayan a más. Sabia decisión, aquí venimos a disfrutar no a sufrir, sobre todo si puede evitarse.
Seguimos andando y ahora se alternan las pinadas con los tramos descubiertos. Alguna subida, no muy fuerte, y una fuente, tan sólo una (Fuente de La Colmena), son los únicos puntos que rompen la monotonía del caminar.
Alcanzado el punto más alto, en un pequeño collado, el sendero se deja caer por un largo barranco y a mitad de él se va por la derecha el Camino del Cid en busca de Albarracín, donde volverá a encontrarse con nuestro GR 10 que prefiere pasar antes por Moneterde.
Fin del barranco y fin de la etapa ya que a la salida del último tramo del desfiladero divisamos las casas de Monterde de Albarracín a poco menos de un kilómetro.
Ya sólo nos queda, aprovechando los bancos a la sombra, dar buena cuenta de los bocatas que hemos traido desde Valencia y, ya iniciado el regreso, hacer un último alto en Cella para tomarse el café de la despedida.
Paz, salud y buen sendero