lunes, 13 de junio de 2011

GR 238 Hortunas - Casas del Río

Ayer, dentro de las actividades de Ardillas club de senderismo, nos fuimos un grupo de 34 personas a caminar por tierras de Requena, a caballo del GR 238 "Tierras del Vino".

La marcha comenzó en Hortunas de Abajo que, a diferencia de Hortunas de Arriba que es una aldea bien poblada, se compone unicamente de una casa, deshabitada, y un corral, ambos practicamente en ruinas.
El conjunto de la gente era animoso y había buen ambiente así que fue muy agradble la subida  hasta el collado y luego la llegada a Fuen Vich, donde paramos a almorzar.
La segunda parte de la excursión comenzó igual de bien pero poco despues el camino se transformó en carretera, asfaltada, y la marcha se hizó más desagradable, ya que por carretera alcanzamos Los Pedrones y por carretera seguimos hasta alcanzar la Vereda Real.
Este tramo de camino de la transhumancia está muy bien conservado, pero el calor ya había empezado a hacer de las suyas, así que agradecimos el abandonarla para seguir por un camino carretero entre pinos.
Paramos a comer, bien nos lo habíamos ganado, y tomamos fuerza para el último tramo, la bajada desde el paraje de la Fuente de la Chirrichana hasta el pueblo por un ancho camino, asfaltado en su mayor parte y con un sol de justicia sobre nuestras cabezas.
Con todo, la experiencia, como siempre, fue muy gratificante, y vino a demostrar que en el senderismo las dificultades del camino y del clima se ven siempre compensadas, de sobra, con la compañía, la conversación y la amistad.
Pero también pudimos comprobar la precipitación, poca profesionalidad y menos ganas con que se están marcando algunos nuevos GR,s por nuestra Comunidad: se coge un mapa se pinta uan línea uniendo caminos evidentes y carrteras, se ponen los postes, se cobra y GR terminado, mal, pero terminado.
Se echan de menos aquellos viejos senderistas, que aún los hay, que recorrían una y otra vez el trazado inicial, buscando alternativas, preguntando a los nativos, siempre intentando encontrar esa senda semioculta, esa calzada perdida o esa vereda escondida para sacarlas a la luz, y aunque con mucho más trabajo, ofecerlas a los caminantes que luego se adentraran por ellas.
En septiembre volveremos a al zona.