miércoles, 31 de agosto de 2011

GR 238 Casa Segura - Caudete de las Fuentes

El domingo pasado, 25 de agosto, me animo a terminar el reconocimiento de la excursión que he programado para noviembre con Ardillas.
Vuelvo a ir sólo. El no saber hasta última hora cuándo tendré el día libre y las pocas ganas que tiene la gente de andar con este calor, me obligan una vez más, a la soledad, que no tomo como un castigo sino, muchas veces, como una auténtica liberación.
Empiezo en Casa Segura, donde se juntan las carreteras CV-465 y CV-475. El sitio es despejado y el lugar ocupado por la antigua carretera es magnífico para aparcar, así que allí dejo el coche, calo la gorra y empiezo el andar.
Al principio este tramo es repetición de todo lo andado en este GR: pinos, viñas, secano, amplios caminos, etc., para entendernos: bastante aburrimiento y poca montaña. pero al poco paso por una zona curiosa. Son unas antiguas salinas, donde desecaban el agua, no dulce, de algunos pozos de la zona y que ahora se han recuperado. O mejor dicho se han adecentado, pues sigue sin funcionar, pero han hecho un mini aparacamiento, han limpiado la zona, y han instalado un panel explicativo y un par de bancos. Es decir lo suficiente para que el concejal de turno, y quizá el alcalde e incluso alguien más, se hayan hecho la foto con la que pretenden rascar algunos votos.
Ando otro tramo, más pinos y más vides alternándose, y llego a la carretera CV-465 y al atravesarla me encuentro con una cañada real, ancha y bien conservada, pero sin ningún tipo de vegetación, ni árboles ni nada, a ambos lados con lo cual el calor se empieza anotar en demasía (son las 10 de la mañana y estamos a 32 grados)
Cuando ya empiezo a estar aburrido de tanta cañada el GR la abandona, dejándose caer hacia la izquierda y, enseguida, ya veo, al fondo, las casas de Caudete de la Fuentes.
Pero, aparte de descender muchos metros aún hay que salvar un par de obstáculos. El primero, las vías del AVE Valencia- Madrid, se consigue por un puente nuevo que hay junto a los último pinos del recorrido, el segundo, la autovia A-3, cruzándola por debajo a través de un paso, tipo alcantarilla, limpio y facilmente accesible, pero donde los muy altos, o los que vayan en bicicleta, seguro van a tener problemas para no darse con la cabeza en el techo.
Luego ya es un paseito para llegar a la primeras casas y descendiendo fuertemente por la primera calle que piso cruzar el canal y encontrarme con la antigua N-III, en la que se ha instalado un mercadillo dominguero, y donde, teoricamente, doy la marcha por terminada.
Y digo teoricamente pues, ¡que remedio!, no tengo más opción que dar la vuelta (eso sí, después de almorzar) y recorrerme nuevamente los trece kilómetros en sentido inverso para llegar a donde tengo el coche. Y ahí si que termino de verdad. A casita.
Paz, salud y buen sendero

jueves, 25 de agosto de 2011

GR 10 Orihuela del Tremedal - Monterde de Albarracín

Ayer tocaba GR 10, el sendero que, teoricamente, va desde el Mediterráneo al Atlántico. En realidad, por nuestras tierras, empieza a estar marcado en el nucleo urbano del pueblo de Puzol, a varios kilómetros de la costa; y por las portuguesas, al menos la última vez que estuvimos por la Serra da Estrela, no se ven marcas que lleguen al océano (ni a ningún otro sitio)
Vamos cuatro, Abel, Juan, Xavi y yo, y vamos a recorrer el tramo que va desde Orihuela del Tremedal hasta Monterde de Albarracín, es decir la última etapa por la provincia de Teruel ya que la siguiente, desde Orihuela hacia el norte, entra ya en tierras de Guadalajara.
El día ha amanecido precioso, demasiado precioso, pues, como luego comprobaremos, el sol calienta en exceso y nos va a hacer la marcha más pesada.
Comenzamos a andar y desde las últimas casas del pueblo se distingue claramente la alameda por la que, entre grandes árboles, se va el GR. ¡Espejismo total!. La vereda apenas dura cien metros y a continuación nos encontramos con algo más de ocho kilómetros, los que hay hasta Bronchales, de camino carretero, sin ningún tipo de vegetación a sus márgenes y en una suave pero constante subida.
Son dos horas para olvidar en las que hemos recorrido el que probablemente es el peor tramo, por feo e inhóspito, de todo el GR 10.
Como premio al llegar a Bronchales nos encontramos con una población animadísima, no en balde estamos en agosto, y los veraneantes llenan sus calles. Además hoy toca mercadillo y eso aun hace el ambiente más vivo. Paramos en un bar a reponer fuerzas y aumenta nuestro desencanto: ni la tortilla de patatas ni, sobre todo, el jamón, son lo que uno se espera en una localidad turolense. Para acabarlo de estropear nos cobran como si estuviesemos en Nueva York. Otro que está matando la gallina de los huevos de oro.
Así que, sudorosos y esquilmados, pero no hambrientos. reiniciamos nuestro andar por caminos que cada vez se van pareciendo menos a los anteriores.
Desde el inicio vamos coincidiendo con el Camino del Cid (GR 160) así que para el palmarés particular de cada cual, cada paso vale dos pues son dos los GR que pisamos al mismo tiempo.
Ya sólo quedamos tres. Xavi, que el otro día tuvo sus más y sus menos con un toro en Chiva y aun está bastante magullado, decide abandonar antes de que las molestias vayan a más. Sabia decisión, aquí venimos a disfrutar no a sufrir, sobre todo si puede evitarse.
Seguimos andando y ahora se alternan las pinadas con los tramos descubiertos. Alguna subida, no muy fuerte, y una fuente, tan sólo una (Fuente de La Colmena), son los únicos puntos que rompen la monotonía del caminar.
Alcanzado el punto más alto, en un pequeño collado, el sendero se deja caer por un largo barranco y a mitad de él se va por la derecha el Camino del Cid en busca de Albarracín, donde volverá a encontrarse con nuestro GR 10 que prefiere pasar antes por Moneterde.
Fin del barranco y fin de la etapa ya que a la salida del último tramo del desfiladero divisamos las casas de Monterde de Albarracín a poco menos de un kilómetro.
Ya sólo nos queda, aprovechando los bancos a la sombra, dar buena cuenta de los bocatas que hemos traido desde Valencia y, ya iniciado el regreso, hacer un último alto en Cella para tomarse el café de la despedida.
Paz, salud y buen sendero 

miércoles, 24 de agosto de 2011

GR 238 Casas de Moya - Casa Segura

Es domingo, 21 de agosto, y no hay compañía para la salida de hoy, así que voy sólo y, al no ser la ruta circular, me tocará hacer la mitad de lo previsto y luego volver por el mismo camino hasta donde he dejado el coche.
Es una de las desventajas que tiene el andar sólo, pero tembién hay muchas ventajas entre las que destaco el poder ir exactamente a la velocidad que en cada momento estimo oportuna y que el obligatorio silencio, por no tener con quien hablar, te permite sumergirte más, a través de sus sonidos, en el paisaje que se recorre.
Llego a Casas de Moya y me voy donde un poste, con una flecha, me indica la dirección que debo tomar para ir a Casas del Rey que es el primer lugar a alcanzar. Así que, sin pensarlo dos veces, me meto por el camino señalado aunque, y cada vez más, conforme pasan los hectómetros, el entorno me suena demasiado para ser la primera vez que lo recorro, hasta que caigo en la cuenta: por aquí pasé hace un par de meses preparando la marcha de septiembre para Ardillas, pero el destino era otro, así que seguro que me he equivocado. Por si acaso sigo otro kilómetro más y allí un nuevo poste me marca claramente mi error: estoy yendo en dirección al Balneario de Fuentepodrida. Media vuelta y regreso al punto de partida y la pregunta que tantas veces me hago ¿para que llevo el GPS si ni he metido los tracks ni lo consulto para nada? Creo que la respuesta es clara, me sigue gustando, dentro de ciertos límites, añadir un punto de incertidumbre a la excursión y, si eso significa perderse alguna vez, será ese el pago que hay que hacer.
Llego, pues, de nuevo al pueblo y reviso el poste que me indujo a error. El poste está bien clavado y las flechas, en efecto, marcan la dirección equivocada ¿qué sucede?; para averiguarlo me meto entre zarzales hasta alcanzar el poste que se mantiene rígido e inamovible, pero, ¡sorpresa! basta apoyarse en las flechas para que estas giren libremente.
¿Ha sido un gracioso? ¿un malintencionado de esos que creeen que el senderismo es el origen de todos sus males?, bueno, puestos a pensar bien, supongamos que ha sido simplemente una ráfaga de viento más fuerte de lo normal. Recoloco las flechas, que ahora sí, señalan las direcciones correctas y me voy, definitivamente, por el lugar no equivocado.
El camino de hoy es, todo él, un reflejo de lo que es el conjunto de este GR. Alternancia de pinadas con campos cultivados o zonas de secano improductivo, caminos anchos, carreteros, ausencia casi total de sendas y la presencia, en cualquier momento, de tramos asfaltados.
En un pequeño paseo, de poco más de 4 kilómetros entro en Casas del Rey que es una aldea aún más pequeña que la inicial. Así que la cruzo rapidamente y me meto en la rambla del Saltador, uno de los pocos lugares de umbría que encontraré en todo el día. Luego lo de siempre, ribazos de almendros y vides, muchas vides, hasta que, en otros 4 kilómetros alcanzo Venta del Moro.
Esto es otra cosa. Pueblo grande, y con un par de parques bien cuidados, aprovecho para dar un par de vueltas por sus calles y visitar el calvario.
Y otra vez al camino, que las horas van pasando, así que voy a tener que abandonar pronto, pues me esperan en casa a mesa puesta. Salgo por el cementerio, que da una gran sensación de abandono, y, salvando un par de señales no muy bien colocadas, me meto, ¡por fin!, en monte de verdad, con una pequeña subida, y luego una bajada, más fuerte, por senda estrecha e incómoda por la gran cantidad de pinocha acumulada en las rocas del suelo.
Bueno, el espejismo ha durado apenas un kilómetro y vuelvo a un amplio camino rural y por él hasta Casa Segura, junto al cruce de la carreteras CV 465 y CV 475. Llevo 8 kilómetros, que tengo que desandar (otros 8) y a los que hay que añadir los 3 del error inicial. Así que 19 kilómetros son lo suficiente para que me sienta satisfecho por hoy.
Un tentempie al pasar por El Portón y rumbo a casa donde la ducha y la comida me esperan.
Esto de hoy es parte de la marcha que programaré en noviembre para Ardillas, pero sólo he hecho una parte, por lo que tendré que venir otro día a completarla desde Casa Segura a Caudete de las Fuentes.
Paz, salud y buen sendero para todos.

jueves, 11 de agosto de 2011

GR 10 Monterde de Albarracín - Albarracín

Anteayer, martes, nos vamos a seguir otra etapa del GR 10. En esta ocasión somos cuatro ya que me acompañan Abel, Miguel y Xavi.
Llegamos sin problemas al punto de salida y el sol ya está alto pero pese a ello no pasamos de los 12 grados ¡y estamos en agosto!. Una pequeña conversación con los viejos del lugar nos hace convencernos de que no tienen ni idea de senderismo, pues nos envían en una dirección cuando nosotros ya hemos visto las rayitas en la contraria.
Así que, sin hacerles caso seguimos las marcas hasta que una flecha nos indica >>BRONCHALES>>, ¡maldición! estamos saliendo en sentido contrario, media vuelta otra vez a cruzar el pueblo y nuevo saludo a los lugareños "No, que queríamos hacer unas fotos, pero nosotros siempre hemos sabido que era por donde nos decían ustedes". Orejas gachas y aún deben de estar riéndose de nosotros.
Ahora si salimos por el camino correcto que rapidamente toma altura y después se dedica a crestear por una zona en la que es fácil perderse porque aparte de las marcas del GR están las del itinerario del PCA (Parque Cultural de Albarracín) y a veces ambos caminos coinciden y a veces no, y aunque las marcas son diferentes (dos rayas granate para el itinerario del PCA) no hay que fiarse demasiado.
El camino es bonito, aunque algo soso, pues la altitud media impide que haya grandes pinadas y casi toda la vegetación es de sabinas, bonitas a la vista, pero con menos frondosidad y menos sombra.
El almuerzo, sobre unas piedras junto al camino, y pese a que no hemos podido comprar pan, es abundante y bien compartido y luego la marcha sigue siendo suave aunque la temperatura va subiendo sin parar (empezamos a 12 grados y terminaremos a 32)
Cuando ya Albarracín está a la vista el sendero se interna por una preciosa alameda junto al río pero las marcas son cada vez más escasas y terminan llevándonos, poco menos que campo a través, hasta una carretera por la que, en poco más de un cuarto de hora estamos en Albarracín.
Aquí las opiniones se dividen y mientras unos optan por la migas de pastor otros lo hacen por el  arroz con conejo y setas. En cualquier caso se agradece el menú.
Y vuelta a casa que esto ya no da para más.

sábado, 6 de agosto de 2011

GR 239 Alzira - Pobla Llarga

Hace unos días, estando relativamente próximo a la zona me encuentro de pronto que tengo unas horas libres enmedio del trabajo, así que me voy a la estación de La Pobla Llarga, me cambio con ropa más informal que llevo en el coche y me subo en un tren de cercanías con destino Alzira.
Desde allí comienzo este nuevo trayecyo del "Camino de Levante a Santiago" más conocido como "Camí de Llevant" y que la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Valencia, creo que muy oportunamente, ha homologado como sendero de gran recorrido, preservando así su identidad.
Esta etapa, como todas las anteriores desde que lo comenzará, hace mucho tiempo, en la Plaça de la Mare de Deu, en Valencia, es aburrida pero tranquila, monótona pero relajante.
A fin de cuentas se trata de caminar entre huertas, en este caso casi siempre de naranjos, por caminos carreteros que ya hace mucho tiempo fueron asfaltados y por eso me alegro de llevar unas zapatiillas ligeras y no mis fieles botas de montaña.
El recorrido coincide, también este tramo, con lo que se ha recuperado como Vía Augusta, así que es normal encontrarse con esos remedos de millardo que ha ido colocando la Consellería.
Siempre surge una sorpresa y en este caso lo hace en forma de pueblo, pedanía en realidad de Carcaixent, llamado Cogullada y cuya existencia yo ignoraba.
Así que al llegar allí paro un buen rato y aprovecho para almorzar en uno de los bares que hay sobre el camino. Los productos servidos y la amabilidad de quienes los sirven son excelentes, y el precio magnífico.
Cruzo la carretera por una pasarela peatonal y ya divisó, a lo lejos, La Pobla Llarga adonde llegaré un poco más tarde.
Ha sido un paseo muy agradable, en solitario, y ya sólo queda volver al aparcamiento de la estación, cambiarse de nuevo y seguir la rutina consuetudinaria

lunes, 1 de agosto de 2011

GR 10 Albarracín - Bezas

El pasado 12 de julio retomo el GR 10  que tenía abandonado desde hace más de un año y quedo con Xavi García Bernabé, fiel compañero en muchos recorridos ultimamente.
Nos vemos en Puebla de Valverde donde tomamos un café y seguimos hasta Bezas donde aparcamos el coche de Xavi y continuamos con el mío a Albarracín. Hemos llegado por el punto donde sale el sendero así que lo tomamos enseguida y subimos apenas unos metros por la carretera por la que hemos venido y al momento salimos de ella por la izquierda, poco después hay una bifurcación no señalada, que tomamos mal pero retrocedemos 100 metros y ya vamos por el sendero marcado.
La primera parte de la marcha, hasta el Parque Cultural de Albarracín, es preciosa por barrancos y veredas, siempre subiendo pero sin grandes repechos, con una trocha estrecha pero bien marcada que atraviesa zonas de vegetación muy espesa y pasa junto a algunos abrigos con pinturas rupestres.
En el PCA damos buena cuenta de los bocatas de tortilla con jamón que ha traído Xavi y, como las señales de pierden, nosotros también. Simplemente había que seguir paralelo a la carretera y en vez de eso nos metemos por los senderitos del parque y terminamos rodeando un monte, campo a través, para volver a las señales junto a la Masía de la Losilla Alta donde cruzamos la carretera y nos vamos por un camino carretero bien marcado que va ascendiendo hasta alcanzar el Alto del Puerto.
El camino es bonito, pero ya no tiene la espectacularidad de la primera parte. Llaneamos, con puntuales subidas y bajadas hasta que comienza un fuerte descenso que se compone de dos zonas con fuerte pendiente y tramos intermedios más suaves.
Llegamos a Bezas cerca de las 15,00 horas y hemos estado andando, al margen de paradas y extravíos, algo más de cuatro horas que nos parece un tiempo lógico y no las tres horas y media que pone en la topoguía y en los paneles que hay sobre el terreno
En el pueblo no hay mucho donde elegir así que aprovechando que hay que volver a por el otro coche a Albarracín nos metemos en el único sitio que nos acoge a esas horas y donde reponemos las fuerzas con gazpacho andaluz y migas de pastor con huevo frito de los que damos buena cuenta.